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La I + D es la base de Meco, Mecanica Comercial. Su credo pasa por inventar y buscar permanentemente nuevos desafíos. Sin este espíritu, la empresa probablemente nunca se habría embarcado en la aventura de participar en el Metav de Düsseldorf, Alemania, allá por 2008, “con una marca desconocida y un producto completamente diferente a todo lo disponible en ese momento”. A esta feria le siguieron muchos más y de todos y cada uno de ellos “aprendemos algo”, explica Juan José Peiron, gerente de la empresa, quien gracias a su experiencia también explica los pasos a seguir y los que las empresas contemplan la internacionalización. se enfrentará en el camino.
Para empezar, ¿podría explicarnos cuándo y cómo se embarcó Meco en su proceso de internacionalización?
En primer lugar, debemos explicar que nuestra ranuradora, para la fabricación de chaveteros, fue desarrollada entre 1999 y 2000 para cubrir nuestra propia necesidad de fabricar chaveteros para consumo interno de forma rápida y precisa, en una máquina de fácil manejo. Después de probar el prototipo, presentamos el resultado en una feria en Barcelona y luego en 2008 iniciamos una gira por España, durante la cual vendimos un número considerable de máquinas. Durante esos ocho años, la máquina tragamonedas maduró, incluimos una serie de mejoras, innovaciones, etc.
En 2008, consideramos que la máquina había alcanzado un nivel de madurez suficiente para su presentación en el exterior. Así, en marzo de 2008 asistimos a la feria Metav en Dusseldorf, Alemania, con un modelo que incluía un cierto grado de automatización y gracias al cual cosechamos un gran éxito. El lado negativo es que en septiembre de este mismo año, la crisis empeoró. Sin embargo, estos meses sirvieron para mejorar aún más el producto. Hay que tener en cuenta que Meco asistió a una feria alemana como una marca desconocida y con una máquina tragamonedas completamente diferente a todo lo que se había visto antes. Esta no fue exactamente la mejor carta de presentación posible. Sin embargo, esto no nos intimidó en absoluto. El hecho es que aventurarse al exterior abre las puertas a un mercado mucho más grande. Por otro lado, también le permite ver la oferta con la que pretende competir y le permite analizar críticamente su propio producto. Gracias a lo cual se puede valorar el diseño de la máquina, los aspectos mejorables, valorar el nivel tecnológico de la máquina y conocer las necesidades del sector en función de los diferentes países, ya que no necesariamente tienen que coincidir con las de los clientes españoles. Así, la internacionalización nos permite ver las mejoras que aún podemos hacer al producto. Por eso digo que exportar no solo implica buscar clientes, sino que si ejercitas la humildad y observas, esto también te permite aprender mucho e incorporar o desarrollar nuevas funcionalidades dentro de tu producto.
Prueba de ello es que desde 2008 hasta ahora hemos evolucionado mucho y nuestra máquina actual poco tiene que ver con la que presentamos hace cinco años en Metav-2008. Ahora podemos afirmar con seguridad que nuestra gama de máquinas, desde el modelo más simple hasta el más complejo, que ya incluye un CNC (control numérico global) de última generación que permite ejecutar tareas que hace tan sólo unos años hubieran sido imposibles, a pesar de la La base mecánica de la máquina que es la piedra angular del éxito de nuestro sistema sigue siendo prácticamente la misma que en los primeros días. Pero no nos detuvimos ahí. Concretamente para la edición de este año de la EMO de Hannover presentamos un modelo de mayor tamaño, que sincroniza los 3 ejes pero que también incorpora la posibilidad de realizar ranuras helicoidales, tanto en el interior como en el exterior de la pieza. Esta máquina también nos permitirá realizar marchas, mejorando el modelo más completo
teníamos hasta ahora que ya lo permitían, pero con ciertas limitaciones en la parte exterior en cuanto a dimensiones, diámetros, etc. Con el nuevo modelo obtenemos una soberbia precisión que nos permite trabajar en sectores exigentes como la industria automotriz. El objetivo es llegar a un tipo de cliente que produce engranajes en series medias / cortas, empresas que no solo se dedican a esta producción y que, por tanto, no invierten en máquinas específicas para ello, que son mucho más costosas.
Con toda esta experiencia, ¿cómo cree que se valora la tecnología española en todo el mundo?
En general, el sector de la máquina-herramienta español es muy conocido y valorado. Esto ha supuesto una ventaja para nosotros, nuevos en este sector, que hemos sabido aprovechar las puertas que nos abrieron hace años empresas líderes en el mercado internacional. Estas empresas se aseguraron de que se respetara la industria española. Por tanto, a pesar de presentar un sistema desconocido bajo una marca desconocida, el hecho de ser máquina-herramienta española nos proporciona una posición de privilegio gracias a que la tecnología española es muy respetada. Incluso en países como India o Canadá, en el que el sector de la máquina-herramienta español está muy valorado, pero sin compararnos con la maquinaria alemana, que se vende simplemente por presentarse como maquinaria made in Germany.
Pero también hay un lado menos positivo, y es la situación económica actual que atraviesa España. Existe un cierto grado de desconfianza, especialmente entre los países europeos que se encuentran en mejores situaciones en lo que se refiere a cuestiones económicas. Entonces, en mi opinión, en este momento las mejores oportunidades se encuentran fuera de Europa, como en India, donde hemos vendido nuestra primera máquina. En general, estos países valoran nuestra tecnología así como nuestro interés por presentarnos y participar en ferias nacionales. Sin embargo, nuestra apuesta por el mercado europeo sigue siendo fuerte, ya que detectamos que nuestra máquina cubre un nicho de mercado
que aún no ha sido totalmente resuelto, hecho que también augura un interesante potencial de crecimiento.
Así, si la industria española puede mantenerse en alto, ¿qué impide que muchas empresas se expandan internacionalmente?
En mi opinión personal, históricamente no ha habido conciencia en España sobre las exportaciones. Quiero decir que me refiero a un nivel general, que incluye todos los sectores, dado que en el sector de la máquina-herramienta no ha sido así y lleva muchos años exportando.
Por otro lado, durante años el consumo interno y el mercado nacional en pleno desarrollo fueron suficientes para sostener a las empresas y al sector industrial en general. Tampoco se ha concedido a los idiomas su verdadera importancia y ahora estamos pagando el precio, pues es evidente que para vender lo primero que tenemos que hacer es comunicarnos con la otra parte. Desafortunadamente, en España no ha habido un compromiso serio para hacer de los idiomas una prioridad absoluta. Sumado a esto, en la década de los 90 acogimos los Juegos Olímpicos, una Exposición Universal, el ‘boom’ de la construcción … dando paso a años de crecimiento económico en los que muchas empresas tuvieron suficiente y no vieron necesidad de internacionalización. Por lo tanto, en mi opinión, durante este período las empresas no tenían necesidad de aventurarse al exterior, ponerse manos a la obra, y se podría decir que vender era “fácil”. Exportar supone un sacrificio importante, saber al menos inglés y realizar una inversión económica, además supone un cambio en el control de calidad, que ahora debe volverse mucho más estricto, simplemente porque una reclamación hecha en España se puede resolver mucho más rápido y más fácil que una hecha miles. de kilómetros de distancia. Es por eso que ahora encontramos muchas empresas españolas que no toman la decisión porque saben que necesitan mejorar estos aspectos.
Además, muchas de ellas son pequeñas empresas familiares, con grandes profesionales y personal altamente capacitado pero que no están mentalmente preparados para enfrentar el desafío de exportar. Exportar requiere muchas cosas, promover la I + D + i, ser más competitivo, analizar el mercado exterior, etc … pero para mí lo más importante es introducir una mentalidad de trabajo en equipo en las personas que trabajan dentro de la empresa y entender que la empresa no es la ‘jefe’, la empresa no es un edificio ni una marca ni una serie de máquinas, debemos entender que la empresa es de todos y, que todos somos un grupo de personas en perfecta sincronicidad al realizar una tarea o trabajo, con el objetivo por excelencia mientras lo realiza … Todo lo que no siga esta línea se considera un fracaso.
Por lo que, a mi modo de ver, en muchos casos poder exportar o no es cuestión de cambiar nuestra mentalidad, no solo de capacidad. Por otro lado, en Europa nos encontramos con países con tradición exportadora, como Italia o Alemania.
Entiendo que las grandes empresas europeas pueden encontrar buenos fabricantes de maquinaria en España …
Sí, pero hay otro factor que frena las ventas en Europa, el mercado está muy saturado. Nosotros mismos somos un ejemplo perfecto, somos una empresa que está más o menos funcionando y, a pesar de ello, ya tenemos nuestra maquinaria y no vamos a apresurarnos a comprar maquinaria nueva. A pesar de que todavía se está comprando maquinaria en Europa, estas ventas no se están produciendo al mismo ritmo que hace unos años. También hay que tener en cuenta que si consideramos a Alemania, por ejemplo, un país con fabricantes propios de primera calidad, primero se centrarán en su mercado nacional. Entonces, en la actualidad, las oportunidades están en los países emergentes. Creo que en este momento China por sí sola consume más maquinaria-herramientas que el resto del mundo. Alguna figura, ¿verdad?
¿Qué peligro representa la competencia asiática para los fabricantes españoles?
Es cierto que la competencia está ahí, pero la tecnología española es superior. Nuestra experiencia es que a nivel mundial, la calidad europea está en un nivel superior. Otro factor serían los aspectos económicos, que pueden representar un límite de ventas, lo que brinda a los fabricantes extranjeros un nuevo desafío que es la competencia de precios, sin tener en cuenta la experiencia exportadora.El hecho es que la situación económica mundial es muy diferente a la que encontramos en 2008 y no estoy seguro de si comenzamos a exportar hoy como lo hicimos en ese entonces. Estos cinco años de experiencia nos animan a seguir, pero sin ellos las cosas serían mucho más difíciles.
En cualquier caso, hay que prestar especial atención a la competencia asiática, ya que sus estándares de calidad han subido y esto siempre representa un riesgo mayor, dado que mantienen un precio muy bajo al tiempo que brindan una calidad superior. Sin embargo, me gustaría creer que seguimos manteniendo niveles más altos de creatividad e inventiva que ellos e incluso me atrevería a decir que más alto que en muchos otros países. El mejor ejemplo de esto es la medida en que nuestros ingenieros son cazados, y lo bueno es que estos valores no se pueden copiar.
Cuando Meco decidió ir a Metav, ¿estaba la empresa preparada para afrontar estos factores que menciona?
Definitivamente no. Para nosotros lo importante era estar presente con la maquinaria más perfeccionada que pudiéramos ofrecer. La experiencia nos ha enseñado que esto es imposible, dado que estamos mejorando y evolucionando constantemente. Si usáramos hoy el modelo de hace cinco años, no avanzaríamos.
En 2008, el único factor que tuvimos en cuenta fue la necesidad del idioma inglés, y elegimos Alemania porque personalmente la considero un referente en el sector metalmecánico. Alemania se industrializó en muy poco tiempo con el fin de estar equipada para la Segunda Guerra Mundial, esto les permitió desarrollar una industria de base muy fuerte en todos los niveles y tal vez incluso más dentro del sector mecánico.
Una vez en Metav nos dimos cuenta de que no podíamos ir a una sola feria, teníamos que seguir e ir más allá, mucho más lejos, manteniendo nuestra presencia en el sector y generando confianza, hecho que hasta ese momento desconocíamos. . Las ferias son un lugar en el que una empresa puede ver en qué debe mejorar. Debemos ser autocríticos y exigirnos más, porque eso es exactamente lo que harán los clientes. Estar presentes en una feria y compararnos con la competencia es precisamente lo que conduce a esta autoexigencia en cuanto al funcionamiento de la máquina y su diseño y presentación impecable, que se hace mucho más visible en una feria que en el taller y nosotros Incluso podría decirse que esto representa un reflejo de su interior. Si una máquina tiene un buen diseño y estructura, el cliente automáticamente interpreta que probablemente esté bien fabricada por dentro. Estos detalles son los que también nos permiten mantener una distancia tecnológica con los fabricantes asiáticos, ya que no podemos competir con los sueldos que se pagan en estos países y siempre hay alguien que está dispuesto a trabajar por muy poco. Aunque probablemente deberían seguir el consejo de Henry Ford. No tenía interés en reubicarse, prefería tener empleados que ganaran suficiente salario para comprar sus autos, lo que a su vez generaba un crecimiento interno causado en parte por esta propia retroalimentación. Un concepto muy simple que la gran corporación olvidó y a pesar de que algunas de ellas han regresado, lo cierto es que parte de la tecnología no ha regresado. Y esto conduce a una importante pérdida de conocimiento.
La subcontratación y el trabajo en equipo, ¿representa una oportunidad para las empresas españolas?
De hecho lo hace y alguna feria ya ha dedicado espacios monográficos para empresas subcontratistas. Pero una vez más, en este sentido las empresas extranjeras tienen mucha más experiencia. Por ejemplo, en una feria a la que asistimos recientemente, había un área para estas empresas. En la zona había varias empresas alemanas, algunas francesas y solo una española. Esto no debería ser así.
Entidades públicas como Icex organizan participaciones conjuntas … ¿Las administraciones aportan alguna ayuda?
Estuvimos con Icex en India y nos apoyaron mucho. Formar parte de un grupo, sobre todo de pequeñas empresas, facilita la participación en determinados países y creo que esto debe promoverse.
Por otro lado, me gustaría ver más apoyo a la I + D para empresas que, como la nuestra, son pura I + D. Y esto no es falta de conocimiento. En Meco somos plenamente conscientes de las líneas de crédito enfocadas en esto y cómo presentar los proyectos, pero no hay financiación disponible. Entonces, cuando deciden que un proyecto es interesante, otorgan una línea de financiamiento, no un subsidio, porque los subsidios no reembolsables prácticamente han desaparecido, y esto representa un problema para una empresa que aporta su saber hacer y su trabajo pero que ha fondos propios insuficientes para cubrir todo. ¿Qué pasa entonces? Sin las subvenciones no reembolsables, nos encontramos con una financiación que solía ser al 0% de interés, pero ahora solo se libera al tipo Euribor más un margen. También requieren una garantía, que resulta ser personal en el caso de las pymes. Esto representa una dificultad más para las pequeñas empresas como la nuestra, que solo pueden obtener garantías bancarias, con el riesgo que esto conlleva.si el proyecto, que es una propuesta, no prospera a nivel técnico o no genera buenas ventas. Es decir, en España, las pymes dedicadas a la I + D + i deben poner en riesgo sus activos para desarrollar proyectos que sin duda tendrán una repercusión positiva en la sociedad, el bienestar y la creación de empleo. Esto no ocurre en países como Alemania o Francia.
Parece que no puedo entender que se estén reduciendo las asignaciones presupuestarias estatales para I + D. No aceptaré que no haya dinero como excusa, esto no tiene lógica.
Todas las inversiones conllevan un riesgo, pero también son una inversión de futuro. Un estado moderno y desarrollado debe incluir una política de apoyo tecnológico fuerte y solvente y también debe tener la paciencia suficiente para que las semillas que se plantan a través de I + D crezcan, pero para ello las empresas deben recibir ayuda para ‘plantar’ estas semillas y cuando “crecer”, la empresa se ocupará de mantener su crecimiento. Por otro lado, la opción de colaborar con un centro tecnológico requiere que la empresa se asocie a este centro y pierda parte de la propiedad intelectual del proyecto, cuando en realidad la empresa es capaz de desarrollar todo el proyecto por su cuenta. Esta es la realidad de la I + D + i en las pymes españolas, que son las que más puestos de trabajo generan en España.
Ante esta situación, ¿cómo contempla Meco sus nuevos proyectos? ¿Cómo surgen nuevas ideas?
La verdad es que una vez más debo mencionar que las ferias son un buen punto de partida. En estas ferias, los visitantes siempre plantean nuevas posibilidades para la máquina en las que quizás no hayamos pensado. Por otro lado, en nuestro caso específico, me gusta especialmente pensar en lo que se puede hacer y que todavía no se ha hecho.
Alma de inventor …
Sí, sin dejar de analizar si la idea tiene sentido, su uso, porque algunos inventos no sirven y tal vez algunas cosas no se han inventado porque no son necesarias. También se pueden plantear soluciones que, sin ser estrictamente necesarias, puedan resultar suficientemente atractivas para el mercado. Es el caso de introducir la posibilidad de incorporar ranuras helicoidales en nuestra máquina. En la actualidad, es posible que nuestro cliente no necesite realizar espirales, pero le gustará saber que algún día, si lo necesita, ya existe una máquina que ha sido preparada para tal fin. Y siempre hay espacio para innovar en el diseño y la estética de las máquinas.
También encontramos que el contacto directo que mantenemos con nuestros clientes gracias a nuestros trabajos de ingeniería y mantenimiento industrial nos ayuda mucho. Hablar y compartir información es la piedra angular para desarrollar mejoras en los procesos, crear sinergias entre empresas y promover la colaboración … algo que no es muy común en España y que en países como Estados Unidos se ve en el día a día. .
Para finalizar, con toda su experiencia, ¿qué mensaje enviaría a las empresas que quieran incursionar en el mercado internacional de maquinaria-herramienta?
Siempre refiriéndome a las pequeñas y medianas empresas que quieren incursionar en la exportación sin tener experiencia previa, les diría que lo primero que deben hacer es buscar el apoyo del gobierno. Afortunadamente, son mecanismos que funcionan, como por ejemplo el PIPE, un programa de apoyo a la exportación relacionado con el Icex y ACC1O en Cataluña. Comenzamos de la misma manera y estoy muy feliz de haber tomado la decisión cuando lo hicimos. Desde PIPE visitan la empresa y estudian el producto que se va a exportar, analizan determinados mercados, etc., y deciden si es viable o no. Por lo general, las visitas son realizadas por personas con mucha experiencia en exportación y que saben orientar sobre los pasos a realizar. Por el contrario, mencionaría que no es recomendable acudir a una feria industrial sin haber realizado un estudio previo, dado que se debe tener un buen conocimiento del mercado objetivo. Además, para adquirir experiencia hay que empezar por países cercanos, más cercanos a nosotros a nivel mental e industrial, sin apuntar a países emergentes. En Meco, nos ha llevado 5 años aventurarnos en India. Y deberían desempolvar sus libros en inglés, ruso y francés; incluso podemos necesitar los chinos también.
15/07/2013